viernes, 24 de febrero de 2017



Colación balanceada: Yogurt con fruta y semillas

·         Yogurt natural, bajo en grasa, sin endulzantes artificiales (acesulfame, sucralosa), . El Activia es uno de los que tiene estas cualidades y además aporta probióticos.

·         Alguna semilla: almendras, ajonjolí, de girasol, de calabaza, nueces, cacahuate, chía, linaza, pistache, piñón. Crudas son más beneficiosas, pero si no te gustan, se pueden tostar ligeramente. Variarlas cada día.


·         Fruta fresca según la temporada. Fresas, moras azules, zarzamoras, guayaba, mango, manzana, papaya, plátano, pera, durazno. La linaza y la papaya juntas pueden laxar demasiado. Las primeras 5 de la lista son muy aptas para congelarse.

jueves, 23 de febrero de 2017


Qué pasa cuando tomamos un antibiótico?

Esta  información tiene fines educativos e informativos y no reemplaza al consejo médico, el uso de esta información es responsabilidad del lector. Imaagen cortesía de Bailong333 de FreeDigitalPhotos.Net
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Algunos efectos secundarios del uso de antibióticos  (dependen tanto del antibiótico utilizado como del paciente).

a)      Reacciones alérgicas.

b)      Diarrea.

c)       Perturbaciones del  balance normal de la microbiota intestinal porque mueren algunas especies de bacterias y esto permite que otras bacterias nocivas proliferen. Esta es la disbiosis.

d)      Perturbaciones de la flora de otros órganos: la microbiota vaginal como en el caso de la infección por el hongo Candida, o Helicobacter Pylori en el estómago.
 
La microbiota, o flora bacteriana es importante para mantener controladas las poblaciones de bacterias nocivas. La tenemos en pulmones, ojos, tracto gastrointestinal (desde boca hasta recto), aparato genito-urinario,  piel.  Sin embargo, según descubrimientos recientes, el desbalance de la microbiota intestinal tiene correlación con muchos problemas de salud

1.       Problemas de autoinmunidad, por ejemplo: sensibilidad al gluten no celiaca, resistencia a la insulina, obesidad, alergias,  colitis, sensibilidad o intolerancia a alimentos.

2.       Enfermeades cardiacas.

3.       Enfermedades el cerebro como mal de Parkinson y de Alzheimer.

4.       Infecciones de hígado,  riñones y pulmones.

5.       Cáncer de próstata, entre otras.



ABUSO DE ANTIBIOTICOS.

1.       Consumir antibióticos para una enfermedad no infecciosa o infección no bacteriana

2.       Administración incompleta del antibiótico, generalmente debido a que el paciente se siente mejor una vez que la infección comienza a ceder. Estas situaciones pueden facilitar la aparición de poblaciones bacterianas que desarrollen resistencia antibiótica.
 

QUE HAGO PARA MINIMIZAR EL DAÑO, SI YA TOMÉ UN ANTIBIÓTICO?

1.       Probióticos. Recetados por el médico (farmacológicos) y alimenticios.

a.       Sinuberase, Enterogermina, Lacteol-fort, etc.  Estos se deben consumir de 2 a 3 meses después de terminado el tratamiento. Algunos se pueden tomar junto con  el antibiótico y aceleran la curación. El médico los debe indicar. Pide que los incluya en la receta. Algunos nutriólogos acostumbran tomar probióticos y los rotan. Verifica con un buen médico  si esto es algo que te conviene hacer. Busca un médico actualizado.

b.      Alimenticios: Yogur Activia o cualquier otro con alta concentración de lactobacilos vivos, levadura de cerveza, leche kéfir, leche búlgara, tíbicos, agua kéfir, kimchi, sauerkraut, quesos muy fermentados.  Su consumo debe ser parte del estilo de vida.

2.       Prebióticos. Fibra vegetal: fruta, verdura, cereales integrales, semillas. Su consumo debe ser parte del estilo de vida.


QUÉ HAGO PARA NO VOLVER A NECESITAR ANTIBIÓTICOS.

1.        Alimentación variada, incluyendo todos los grupos de alimentos, predominancia de fruta, verdura y semillas crudas.

2.       Eliminar o reducir lácteos y  gluten.

3.       Multivitamínicos y multiminerales. Si te enfermas con frecuencia es posible que tengas alguna deficiencia. Visita a un buen nutriólogo o médico para que te revise.

4.       Ejercicio 5 veces por semana 30 minutos al día. Caminata.

5.       Reducir tóxicos: tabaco, alcohol, cafeína, abuso de productos tóxicos.

Medicina alternativa: homeopatía, auriculoterapia, medicina naturista (herbolaria).
Impacto de la fibra en nuestra digestión con la gastroenteróloga Ana Teresa Abreu:
http://www.marthadebayle.com/v2/radio/el-impacto-de-la-fibra-para-un-mejor-funcionamiento-digestivo-2/


Efectos secundarios de los medicamentos:
http://wradio.com.mx/programa/2013/03/11/audios/1363033920_857046.html








lunes, 6 de febrero de 2017


                    Sopa de verduras con jengibre y maíz pozolero



1/8 de cebolla morada picada finamente

½ chayote sin espinas en cubos muy pequeños (½  cm o menos)

1 zanahoria pelada y picada del mismo tamaño que el chayote

½ rama de apio en rebanadas

1 rábano rojo rebanado, desinfectado, rebanado muy delgado (con pelador)

½ taza de brócoli lavado y cortado en arbolitos pequeños, del tamaño de un bocado.

Opcional: maíz pozolero cocido listo para consumirse.

Cilantro fresco lavado y desinfectado, al gusto

La punta de una cucharada de Jengibre picado fino

1 diente de ajo pequeño picado fino

1 litro de agua purificada

Sal al gusto

Jugo de limón al gusto

Hervir el agua, agregar la zanahoria. Cuando comience a ponerse más anaranjada y a ablandarse, agregar el chayote, cuando se avive su color y vuelva a hervir, agregar ajo, cebolla y jengibre. Cuando vuelva a hervir, agregar el brócoli y el maíz pozolero. Cuando el brócoli adquiera un color vivo, hay que vigilarlo para que no se cueza de más. La zanahoria si debe ir un poco blanda, pero el  chayote va cocido sólo ligeramente porque  su sabor y textura son más agradables, sobre todo para los niños  Apagar el fuego cuando el brócoli tenga la textura que le agrade. Agregar la sal, mezclar bien. Antes de servir, se puede agregar más agua fría para que se pueda comer de inmediato y el brócoli no se cocine de más. Al servir, agregar cilantro picado, rábano y jugo de limón.  En este momento se le pueden agregar también : pollo, carne de cerdo o res previamente cocinados, todo cortado en cubitos.

Esta sopa no lleva grasa añadida, no va frita y contiene buenas cantidades de potasio, betacaroteno y vitamina C. La cebolla morada y el jengibre reducen la inflamación.  Los niños que la han comido en mi casa la disfrutan.   

Se puede intercambiar el maíz pozolero por fideos de frijol mungo ya cocidos, o servir sin ningún cereal. Sabe muy bien de cualquier manera.