4 pasos básicos para que tu dieta funcione
Esta publicación tiene únicamente la intención de educar y de
facilitarte información sobre temas de nutrición.. Si tienes un problema médico
o quieres cambiar tu dieta es necesario que consultes un BUEN médico y un BUEN
nutriólogo antes de arrancar.
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Aprender a comer es un proceso de por vida, y es así porque
los alimentos están cambiando, incluso el agua y el aire están cambiando y
estos cambios afectan nuestras necesidades. Además, conforme crecemos o
envejecemos cambiamos, así que es siempre bueno estar atentos a nuestro cuerpo,
consultar especialistas y documentarnos.
Si quieres hacer un cambio en tu alimentación, sin embargo, te beneficiará revisar algunos de estos hábitos:
MASTICACIÓN
1.
Comer despacio, mastica bien. Concéntrate en la
comida, saboréala. Masticar bien ayuda a que todo tu sistema digestivo genere
todo lo necesario para digerir la comida: saliva, jugos gástricos y biliares, y
también da tiempo a que el estómago te avise cuando está lleno. El estómago
genera una hormona de saciedad que avisa al cerebro que está lleno para que
dejemos de comer, pero este proceso requiere tiempo, es posible que tu estómago
esté lleno ya pero la señal no ha llegado al cerebro y tu sigues sintiendo
hambre y sigues comiendo porque no le has dado tiempo.
2.
Masticar bien también permite que los ácidos del
estómago penetren en toda la comida. Los ácidos del estómago ayudan a la
digestión de las proteínas y también desinfectan todo lo que comemos. Mientras
más mastiquemos cada bocado mayor es la capacidad de los ácidos de matar
cualquier microorganismo que nos pueda enfermar.
3.
Cuando masticas bien, 15 o 20 veces por bocado,
la comida que ya está lista para pasar al estómago resbala y casi ni necesitas
tragar.
4.
Masticar ayuda a calmar la ansiedad, así que
mastica bastante, sobre todo la carne de res, puerco, pollo, pescado, quesos, y
también las verduras y todo lo que te comas.
Quienes usan brackets, frenos o cualquier otro aparato
dental que impida masticar bien necesitan comer alimentos molidos, licuados o
hechos puré para que su estado nutricional no se vea afectado por esta
situación. Puedes añadir a tus licuados
o papillas proteínas en polvo comerciales, hay unas de origen animal que
provienen de la leche y el huevo, otros son veganos y provienen de chícharo y
algunas semillas o legumbres ricas en proteína.
HIDRATACIÓN:
Agua de melón, sandía o piña con poca o nada de azúcar. De
limón con stevia y chía. Agua sola, agua mineral SIN SABOR y sin EDULCORANTES
ARTIFICIALES. Los edulcorantes está comprobado que a largo plazo hacen engordar
y empeoran la química sanguínea. CHECAR.
PROBIOTICOS:
Lactobacilos, checa con tu médico. Fermentados como leche
kéfir, agua de tíbicos, kimchi, sauerkraut.
PREBIOTICOS
Están en la fibra de las frutas, verduras y cereales
integrales, sobre todo la avena, la chía. NO SALVADO DE TRIGO NI NADA DE TRIGO.
En el desayuno, tortilla de huevo con verduras.
ELIMINA EL GLUTEN
1.
Come avena, maíz, arroz integral, amaranto,
quinoa, frijoles, garbanzos, camote amarillo o morado, papa cocida, habas,
lentejas.
2.
Avena: copos naturales, hervir, tirar el agua
del primer hervor y agregar un poco de leche y canela.
3.
Remojar arroz integral en agua caliente, tira el
agua, enjuagar y hervir.
4.
Camote blanco con poquita leche y canela.
5.
Camote amarillo pre-cocido y asado con sal
pimienta y un poco de aceite de oliva al final, o bien cocido y hecho puré.
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